En nuestro centro ofrecemos un abordaje psiquiátrico a partir de la evaluación, diagnóstico y tratamiento de los trastornos psiquiátricos más prevalentes en población adulta, como son los trastornos de ansiedad, los trastornos afectivos (depresión, y trastorno bipolar), trastornos de personalidad, adicciones, trastornos de la conducta alimentaria, TDAH y psicosis. Esta intervención se realiza en base a la evidencia científica, y planificada de una manera personalizada.
Desregulaciones emocionales: infraregulación y sobreregulación
La caracterización de la desregulación emocional severa requiere que previamente se defina lo que es la regulación emocional.
La regulación emocional son los esfuerzos que hacen las personas, de manera consciente o inconsciente, para influenciar la intensidad y la duración de sus emociones respecto al momento en que surgen, la experiencia que conllevan y su expresión (Gross & Thompson, 2007). Las estrategias a través de las cuales se modifican las emociones se denominan estrategias de regulación emocional.
Por tanto, la desregulación emocional es un término utilizado para referirse a las dificultades que tiene una persona para gestionar de forma efectiva las emociones.
Hay dos tipos de desregulación emocional: la infrarregulación y la sobrerregulación.
La infrarregulación se da cuando una persona no dispone de mecanismos regulatorios y tiene una respuesta emocional impulsiva, intensa y desorganizada que sobrepasa los rangos convencionalmente aceptados para la situación. Se puede producir no únicamente ante sucesos desagradables si no también cuando se experimentan emociones positivas. Ejemplos de desregulación emocional son un ataque de ira o de alegría inapropiada. La desregulación emocional puede ser un componente presente en distintos trastornos mentales, aunque no es exclusivo de patología mental. Le puede suceder a cualquier persona de forma más o menos aislada cuando las circunstancias le sobrepasan.
La desregulación emocional severa implica que la persona infrarregula sus emociones muy frecuentemente (puede ser cada día o cada semana) y la intensidad y consecuencias de esa respuesta causan sufrimiento y problemas a la persona y en su entorno llegando a suponer un riesgo para su vida, problemática social, legal/penal o un alto nivel de autodestructividad.
El Trastorno Límite de la Personalidad es un trastorno de desregulación emocional severa caracterizado por la infrarregulación
La desregulación emocional severa tiene un componente temperamental o biológico que junto con experiencias o vivencias invalidantes en la infancia o en el pasado han dado como resultado que la persona no ha logrado aprender a autorregular sus intensas emociones.
Por qué es central la desregulación emocional / por qué aprender regulación emocional
Cuando la persona se desregula, experimenta temporalmente una pérdida de control y una incapacidad para frenar sus reacciones, pudiendo llegar a sentirse “mala persona” al ver que su conducta parece fuera de la lógica común y totalmente desproporcionada. Desde la impulsividad y la falta de control actúa empeorando todavía más las cosas y cuando logra volver a estar regulada es frecuente que sienta vergüenza o miedo y termine evitando situaciones o personas que siente como disparadoras de su desregulación. A medio-largo plazo se ven afectadas su autoestima/identidad, sus relaciones y su vida cotidiana.
Existen numerosas herramientas para aprender regulación emocional, todas ellas partiendo de la educación emocional, ya que las emociones no son el problema principal, si no la adecuada gestión de las mismas. Por ejemplo, la rabia puede ser una emoción lógica frente a una injusticia, aunque la respuesta de golpear a alguien no sea la mejor manera de gestionarlo
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La sobrerregulación emocional sucede cuando una persona tiende a regularse en exceso o «de más». Es una estrategia disfuncional de manejo de las emociones igual que lo es la infrarregulación y las personas con estas dificultades necesitan un abordaje terapéutico diferencial.
Se trata de personas que tienden a interiorizar, inhibir, controlar y a bloquear sus emociones y conductas
Con cierta frecuencia ocurre que estas personas que sobre regulan sus emociones, pueden “explotar” y tener conductas como ataques de ira, consumos o autolesiones, lo que lleva a confundirlos con las personas infra reguladas
Estas observaciones llevaron a Thomas Lynch, psicólogo clínico de Reino Unido a investigar y estudiar intensivamente este grupo de pacientes. En 2018 publicó su manual de tratamiento: “Radically Open DBT” para perfiles sobre regulados basado en la DBT.
Lynch explica que la historia de aprendizaje de la sobrerregulación emocional y el estilo de afrontamiento a nivel neurológico y comportamental es diferente y también requiere un abordaje terapéutico que tenga en cuenta esto.
Las personas con un estilo de afrontamiento sobre regulado tiene normalmente un historia de aprendizaje en la que hay una alta exigencia por parte del entorno: no se toleran los fallos ni la vulnerabilidad, no se validan las necesidades emocionales y se refuerza mucho más el control y la imagen hacia afuera.
Las características básicas de un perfil sobre regulado según Lynch son :
1. Baja receptividad y apertura hacia lo nuevo y desconocido, evitación de lo espontáneo y no planificado; así como elevada hipervigilancia
2. Baja flexibilidad y necesidad de mucha estructura, orden y perfeccionismo. Excesiva planificación y rigidez respecto a lo que es “correcto” o no.
3. Inhibición de la expresión emocional y baja señalización social (poco contacto ocular, mímica facial no acorde a las emociones etc…) o señalización poco sincera (sonreír o hacer ver que “todo está bien” cuando no es así)
4. Baja conectividad emocional e intimidad con otros: distanciamiento de los demás, sensación de ser diferente, compararse, sentir rechazo a priori y baja empatía.
La sobrerregulación emocional genera un elevado sufrimiento que no se suele exteriorizar y que no es evidente a los demás.
Lynch reconoce que ser medianamente sobre regulado tiene también ventajas y es adaptativo a nivel social y laboral. Pero si se lleva a un nivel más extremo y persistente, deja de ser adaptativo y puede dar lugar a trastornos psicológicos.
Los trastornos que suelen tener una base de afrontamiento sobre regulado serían: Trastorno obsesivo compulsivo de personalidad, trastorno paranoide de personalidad, trastorno evitativo de personalidad, anorexia nerviosa, trastornos del espectro autista, ansiedad resistente al tratamiento.
Esta propuesta de Lynch nos abre una oportunidad de mejorar la detección, diagnóstico y sobre todo atención y ayuda a muchas personas que han pasado desapercibidas para la comunidad terapéutica y que al igual que ha sucedido con el tlp, pueden comenzar a ser visibles y tratadas para mejorar a medio y largo plazo su calidad de vida.