Seguimos conociendo cómo se puede llegar a mejorar la relación entre un paciente y terapeuta y cómo la constancia en el tratamiento de TLP es una de las grandes claves para conseguir el gran objetivo de mejoría que se pretende.

La clave es en todo momento que el terapeuta encuentra la forma de acercarse al paciente, ganarse su confianza y conseguir entonces que juntos hagan el trabajo adecuado para que tenga una mejor calidad de vida diaria.

Cuando un paciente lleva mucho tiempo en terapia, puede que los avances sean un poco más lentos. Lo que no hay que perder nunca de perspectiva, es todo lo que se ha avanzado hasta el momento para llegar hasta allí ya que de lo contrario si no se valoran los cambios, no se verán y el paciente puede decidir descartarlos.

La constancia en el tratamiento de TLP es justamente lo que hace que el paciente no pierda la perspectiva del asunto, se sienta en un lugar seguro en donde puede hablar de todo lo que le sucede sin inconvenientes y no desvíe en ningún caso sus objetivos ni sensaciones hacia otro lugar diferente por más que a veces los cambios parezcan muy pequeños.

Entre todos esos objetivos que se van obteniendo poco a poco la relación y comunicación que tiene con los demás es una de las grandes claves ya que permite que poco a poco vaya ampliando su círculo y su grupo de apoyo, algo básico y necesario en todos los aspectos teniendo en cuenta que es  lo que muchas veces les hace daño y los hace sentir fuera de la sociedad.

Creer en las posibilidad de mejoría de un paciente con TLP es básico, pero esto no sólo lo debe tener que creer el terapeuta sino también la familia y el círculo de apoyo porque sólo así le darán la motivación necesaria al paciente para seguir asistiendo a cada sesión y poner de su parte para avanzar y mejorar así su calidad de vida.