Por Diana Molina
¿Qué es?
El trauma psicológico es una experiencia tan intensa y desbordante que provoca una ruptura en el desarrollo de la persona y genera un herida que aunque no se vea, puede doler mucho. Pero, ¿qué es exactamente? La palabra «trauma» viene del griego traûma, que significa «herida». En este caso, no hablamos de cortes o golpes físicos, sino de heridas emocionales y psicológicas que surgen cuando vivimos algo que nos supera: un accidente, una pérdida, un abuso o incluso situaciones más sutiles pero repetitivas. Puede surgir por algo impactante que vivimos o por algo que necesitábamos y nunca ocurrió.
El trauma psicológico no es sólo lo que pasño, sino sobre todo cómo tu mente y cuerpo reaccionaron a ello. Parece que estés atrapado en ese momento difícil, reviviéndolo una y otra vez. Esto puede generar ansiedad, problemas para dormir o incluso cambios en cómo te ves a ti mismo y al mundo. Es como si nuestro cerebro hubiera guardado ese recuerdo sin procesarlo bien. Por ejemplo, no es lo mismo vivir algo traumático a los 4 años que a los 12, ni si fue causado por alguien cercano o un desconocido.
Tipos de trauma
- Trauma agudo: Son las reacciones que surgen tras un evento único y muy impactante (por ejemplo, un accidente, una violación). A nivel de diagnóstico queda recogida en el llamado TEA (trastorno por estrés agudo) y en el TEPT (trastornos por estrés postraumático)
- Trauma crónico: Son las reacciones provocadas por situaciones dolorosas que se repiten en el tiempo y se crea una sensación profunda de indefensión, por ejemplo, el bullying, trabajar detectando imagenes de abuso infantil o mensajes de odio en las redes sociales o incluso etc.
- Traumas del desarrollo: En realidad son un apartado de los traumas crónicos. Ocurren en la infancia como resultado de experiencias adversas repetitivas por parte de los cuidadores principales.
La negligencia, el abuso físico o emocional, el abandono o la inconsistencia en los cuidadores primarios afectan profundamente el desarrollo emocional, social y neurológico de los niños, dejando secuelas que pueden extenderse hasta la adultez.
A nivel de diagnóstico el trauma crónico se recoge en el TEPT y con respecto a los traumas del desarrollo hay controversias. El DSM5 no lo reconoce como tal y sin embargo, la CIE 11 lo recoge como TEPT-C (trastorno por estrés postraumático complejo)
¿Se puede superar un trauma?
¡Sí! que se puede superar y aunque no podemos cambiar el pasado si podemos trabajar sobre las huellas que ha dejado en el presente. Hay psicoterapias específicas para el trauma (como EMDR o la terapia sensoriomotriz), que parten de una concepción del trauma como experiencia que ha dejado una huella a nivel cerebral y corporal.
Hablar del pasado puede dar miedo, pero enfrentarlo con ayuda profesional puede transformar esas heridas en aprendizajes y permitirte seguir adelante.
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