Se combativo, expresa lo que quieres, di “no”, defiende tus ideas, expón tus argumentos, pero no seas hostil. La hostilidad no es bueno para ti ni para la relación

La ciencia psicológica establece que hay tres estilos de relación: el agresivo, el pasivo (pasivo-agresivo) y el asertivo.  En este artículo vamos a tratar de ser combativo pero no hostil, que es precisamente el estilo asertivo.

La palabra “asertividad” viene del latín assertus (afirmación de que algo es cierto) y es el participio del verbo asserere (adjudicar algo para uno mismo). El término fue utilizado por primera vez por Salter en 1949  en la descripción de su personalidad excitatoria y ha sido desarrollado por figuras destacadas del conductismo. 

La conducta asertiva ha tenido diferentes acepciones pero básicamente es la habilidad de expresar aquello que necesitas o quieres sin dañar a la otra persona y sin dañarte tu, es decir, sin ser hostil ni agresivo.  Tiene mucho que ver con la autoestima y la tolerancia frente a los conflictos.  Y lo mejor de todo es que SE PUEDE APRENDER. 

La manera más efectiva para ser combativo y no hostil es disponer de una guía de acción o protocolo y después practicar, practicar y practicar. Los psicoterapeutas son los profesionales que conocen estas técnicas pero quizá lo más importante que te pueden proporcionar es la reflexión sobre lo que te hace ser hostil y cómo moderarlo.  Practicar con el propio psicoterapeuta o en los formatos grupales mediante el role playing son opciones a explorar.