La inclusión del Trastorno por estrés postraumático complejo en el CIE 11 (TEPT complejo) le reconoce entidad clínica. Reflexionar sobre qué es y cómo se muestra permite a los clínicos un abordaje más específico.
La palabra “trauma” etimológicamente significa “herida”. En sentido restringido trauma se refiere a experiencias que provocan en la persona una sensación inminente de muerte y que objetivamente son hechos de extrema gravedad (guerras, accidentes meteorológicos, violación, abusos…) y de forma amplia es cualquier experiencia negativa que altera la vida psíquica (creencias y patrones de acción) y limita de forma significativa el día a día (negligencia, abandono, desprotección, un cambio de residencia, problemas de apego, dificultades en las relaciones…). Tanto en una caso como en otro la persona tiene dificultades para integrar esa experiencia en su vida psíquica.
En 1992 la psiquiatra Judith Herman introdujo los conceptos de “trauma complejo” y “trastorno de estrés postraumático complejo” en dos publicaciones: su libro Trauma And Recovery y su artículo Complex PTSD: A syndrome in survivors of prolonged and repeated trauma (Brenninkmeyer, 2017; Herman, 1992; Herman, 2004. Citado por Stefano Gissi en “Qué es el trauma o TEPT Complejo www.newman.institute).
El trauma complejo designa el conjunto de problemas derivados de múltiples estresores que comienzan en una edad temprana, se mantienen a lo largo del tiempo y se originan en la interacción con otras personas. La persona sometida a estas situaciones desarrolla sintomatología grave y persistente que excede la sintomatología del TEPT simple.
A la sintomatología característica del TEPT simple (evitación, reexperimentación y activación e hipervigilancia) se añade dificultades significativas en la regulación emocional, alteraciones de la percepción, la consciencia y la memoria (amnesia y sintomatología disociativa), alteración en la capacidad de establecer relaciones interpersonales y autoconcepto negativo con sentimientos de vergüenza, culpa, indefensión (Brenninkmeyer, 2017; Herman, 2004).
Según Herman el llamado “trastorno de estrés postraumático complejo”-(TEPTC o TEPT complejo) constituiría una categoría diagnóstica que tiene elementos en común, pero es distinta del trastorno de estrés postraumático, el trastorno límite de la personalidad, el trastorno de identidad disociativo -antes llamado trastorno de personalidad múltiple- y los trastornos de somatización.
Respecto al diagnóstico diferencial entre TEPT Complejo y TLP, una investigación de Cloitre et al. (2014) encontró que 4 síntomas del trastorno límite de personalidad aumentaban considerablemente la probabilidad de tener TLP: esfuerzos frenéticos para evitar el abandono, sentido inestable de la identidad, relaciones interpersonales inestables e intensas, e impulsividad.
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