La fobia social es una característica que se ve mucho en las personas hoy en día, sobre todo en los adolescentes. Hay que tener mucho cuidado en no confundir la timidez con la fobia social, la cual es muy distinto. Es normal que en un contexto social nos pongamos un poco nerviosos por no tener el control de la situación o por tratarse de algo completamente nuevo. Pero si la ansiedad es elevada o si intentas en todo momento evitar estas situaciones entonces estamos hablando de fobia social.

Cuando una persona sufre de fobia social aparecen distintos síntomas como por ejemplo los síntomas físicos. Ahí es donde realmente está la diferencia con la timidez, ya que la timidez no genera problemas físicos. Estos síntomas pueden ser muy variados, desde que te cueste respirar, te tiemble todo el cuerpo, sufras de taquicardia, te suden las manos o similar.
En el momento en que lo detectas es importante que empieces a tratarlo, pues la fobia social podría llegar a arruinar muchos planes en tu vida al impedirte conocer nuevas personas, impulsar tu carrera profesional, entre otros.
Una persona que sufre de fobia social es realmente incomprendido y en muchas ocasiones juzgado o rechazado por el resto.
Aún así, hay que diferenciar y saber que existen dos tipos de fobias sociales diferentes: Por un lado está la fobia social específica, la cual se puede dar en una situación concreta como por ejemplo el hecho de hablar en público. Pero después tenemos la fobia social general, la cual se da en todo tipo de situaciones sociales y no distingue unas de otras.
Quienes sufren de fobia social saben que en ese momento aparecen en sus vidas un miedo realmente irracional que no pueden controlar y que hace que la situación se convierta en algo que hasta puede llegar a ser peligrosos para ellos.
Por ese motivo es que hay que tratar lo antes posible la fobia social para que no perjudique ni termine en otro tipo de patologías.
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