Una de las características de funcionamiento más notables de la persona con tlp es el “no ser dialéctico”.

Esto significa que uno se mueve en polos extremos y en principio opuestos e incompatibles que “no dialogan entre ellos” y por tanto le cuesta encontrar “el punto medio”; saltando de un extremo a otro y sin poder resolver el conflicto entre los extremos.

 

Esta situación produce verdaderos dilemas en los que la persona se mueve diariamente con el desgaste a todos los niveles que ello supone y lo habitual es no ser consciente de estos dilemas ni de hasta qué punto lo condicionan.

Hasta que no se descubren y se describen estos dilemas la persona atribuye su malestar a otras cosas y se mueve en un círculo vicioso.

Los tres dilemas más comunes son:

1. Crisis permanente——————————-Duelo reprimido

En este dilema el polo “Crisis permanente” hace referencia a la facilidad con que la persona desregulada absorbe y se ve afectada por todo lo que sucede a su alrededor, reaccionando también de forma intensa a hechos cotidianos y a sus propias oscilaciones emocionales. Esto hace que acontecimientos del día a día como los siguientes (“ alguien conocido te mira o te habla de forma diferente…; tienes que esperar en una cola o en una sala de espera…o tu actor o cantante favorito ha fallecido) generen crisis que se pueden encadenar y dar la sensación de que la persona está en permanente crisis sin que haya sucedido algo lo suficientemente relevante a ojos de los demás.

2. Vulnerabilidad emocional—————————Autoinvalidación

El polo “Vulnerabilidad emocional” está determinado biológicamente y se refiere a la hipersensibilidad del circuito neuronal implicado en las emociones que hace que la persona tenga un umbral más bajo, reacciones emocionales mas intensas de lo normal y un retorno más lento a la línea base. Digamos que el circuito responsable de filtrar las señales emocionales y “enfriarlas” no funciona adecuadamente a la persona experimenta una intensidad y una duración de la emoción más elevada que le lleva a actuar de impulsiva para regular esos estados emocionales.

Para ello opta por conductas nosotros les llamamos  “conductas problema” que a corto plazo le alivian y que a medio y largo plazo le traen más problemas.

En el otro polo “Autoinvalidación”, la persona se culpabiliza y juzga de forma muy dura e implacable por tener esas reacciones y por no saber gestionar sus emociones.

3. Aparente competencia———————Pasividad activa

El polo “Aparente competencia” describe como la persona es capaz en algunas ocasiones de tener un funcionamiento que denota capacidad y competencia en los estudios, trabajo, situaciones sociales, desarrollo de aspectos creativos, artísticos etc…

Cuando está en este polo, su entorno le suele reforzar positivamente y crea una expectativa positiva animándola a subir el listón y proponerse objetivos a la altura de esa competencia.

En el otro polo está la “Pasividad activa” que describe el estado en que la misma persona está cuando no es capaz de levantarse, llamar por teléfono, resolver problemas cotidianos o hacer cosas que había estado haciendo días antes. En algunos casos, la persona implica de forma activa a otros para que hagan lo que ella no es capaz de hacer.

En este caso, el entorno se suele sorprender, cree que la persona está “tomándoles el pelo” y reaccionan con perplejidad, enfado y decepción.

Si este estado dura mucho, el entorno ya no cree en las posibilidades de la persona y pasa al extremo de “inutilizarla”.

En el siguiente cuadro se ilustran ejemplos de los dilemas anteriores:


Como bien nos podemos imaginar, alguien que experimente uno o más de estos dilemas, tendrá dificultades con su entorno y consigo mismo. Y además ante estos cambios paradójicos se crearandilemas paralelos en las personas del entorno, que no sabrán como reaccionar.

Una parte importante de la psicoterapia será identificar estos dilemas, poderlos ilustrar con ejemplos concretos y enseñar a la persona a establecer un “diálogo” entre los dos polos para poder ir hacia el punto medio y resolver el dilema.