¿Qué es la felicidad?. Según Danny Kahneman, psicólogo de nacionalidad americana e isralei y premio nobel de economía en el 2002, sugiere que cuando una persona dice «Soy feliz» puede referirse a cuatro conceptos diferentes:

- – Cual es mi nivel de bienestar general: «Mi vida va bien»
- – A algún rasgo de mi personalidad: «Soy optimista por naturaleza»
- – A una vivencia emocional determinada: «Siento gratitud hacia los otros»
- – A una sensación agradable: «El sol sobre mi piel me hace sentir bien»
Sobre esta base, Ed Diener, que es uno de los científicos que más ha trabajado en la felicidad con estudios basados en la evidencia , considera que es «una sensación subjetiva de bienestar derivada de como la persona valora en general su vida más las emociones positivas que siente de forma habitual».
Hay diferentes maneras de medir la felicidad (el auto informe, las medidas fisiológicas…etc) y numerosos estudios científicos destacan acciones o actitudes que favorecen un estado de felicidad: la conexión social, la compasión, la cooperación, el agradecimiento a los demás y el mindfulness en cuanto ayuda a focalizarse y a la aceptación de cualquier situación vital.
Y, de igual manera, numerosos estudios destacan que hay creencias o formas de enfocar la vida que dificultan la felicidad y que podríamos conceptualizar como patrones de pensamiento problemáticos:
- – El perfeccionismo. La sensación de que se puede ser perfecto es un gran obstáculo para la felicidad. Carol Dweck en la Universidad de Stanford ha estudiado durante años el perfeccionismo y ella muestra que está ligado a un pauta educacional. Cuando los padres y profesores felicitan a los chicos por ser perfectos es más fácil que estos se sientan ansiosos y presionados. Por el contrario cuando se les felicita por haber trabajado duramente ellos se sienten motivados. En esta línea, Steve Hinsha, profesor de la Universidad de Berkeley ha escrito que hay una epidemia de perfeccionismo en particular entre las mujeres jovenes ya que se espera de ellas que sean guapas, inteligentes, atléticas, poderosas y capaces de cambiar y mejorar sus circunstancias.
- – La comparación con los demás. Sabemos por diferentes estudios que la gente más feliz tiende a definir su felicidad en base a sus propios términos y a no compararse con otros, pensando que son siempre inferiores.
- – Ser maximizador versus estar satisfecho con lo que tienes en ese momento. Uno de los grandes descubrimientos de la nueva ciencia de la felicidad son los estudios de Barry Schwart sobre que consideramos experiencias de placer.
Schwartz has establecido que hay dos actitudes diferentes frente a las experiencias. Una de ellas es maximizar el placer, lo cual significa que en cada instante la persona intentan obtener tanta felicidad como es posible. Y la otra que supone encontrar placer en las experiencias tal como vienen. Una persona maximizadora contestaría positivamente el siguiente item: “ Cuando voy en coche escuchando música es frecuente que yo busque otras emisoras para ver si encuentro mejor música, aunque me guste la música que ya estoy escuchando”. Una persona maximizadora está buscando siempre oportunidades para obtener más placer. Lo que Schwart y colegas encontraron es que esa forma de pensar en la búsqueda de más felicidad en realidad resta felicidad. Los maximizadores siempre tienen motivos de queja. Tienen menos satistacción vital, tienden a estar más deprimidos y cuando se encuentran bien en una situación, se sienten menos satisfechos y son menos optimistas acerca de lo que les depara el futuro.
Por último, y dando un giro a la argumentación, hay un patrón de pensamiento que favorece la felicidad. Nos referimos al “optimismo”. Marty Seligman y colegas han desarrollado extensamente ese tema. En la literatura científica se define como la expectativa de que lo que vendrá en el futuro es deseable, bueno y placentero. Y diferentes estudios muestran toda una serie de beneficios de la mentalidad optimista: mayor bienestar subjetivo, emociones positivas más frecuentes y niveles más altos y a nivel neurofisiológico Chris Oveis ha encontrado que las personas optimistas tienen niveles más altos de activación en el nervio vago en estado de calma.
(El nervio vago es un nervio craneal que nace en la médula concretamente en el bulbo raquídeo y llega hasta el abdomen. Transmite las señales relacionadas con la respiración y también se le llama “nervio de la compasión” porque su activación está relacionada con sentimientos de cuidado y conexión con los demás.
Para saber más: http://ayurvedavidayarmonia.jimdo.com/2015/07/03/estimula-el-nervio-vago-y-reduce-el-estres).
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