Seguimos evaluando y analizando la adicción a la tecnología, algo muy presente en adolescentes y jóvenes de todas las edades, y que sin duda lleva a que personas con Trastorno de límite de la personalidad lo sufran debido a su vulnerabilidad y a la posibilidad de “inventar” su propio mundo de fantasía allí.

 

Cuando nos referimos a la conducta adictiva de un adolescente o una persona adulta a la tecnología no se refiere tanto a la frecuencia de su uso sino a la dependencia que le crea en su vida haciendo que interfiera en sus actos cotidianos y de vida diaria.

La adicción aparece cuando hay realmente pérdida de control y dependencia al máximo de una situación o de un objetivo.

Al no existir una sustancia como tal, en el caso de la adicción a la tecnología se le considera como una adicción psicológica lo que hace que en el momento en que no puedan estar conectados a ello, sufren de un síndrome de abstinencia como el que sufre cualquier persona adicta a una sustancia en concreto.

Como consecuencia aparecen distintos efectos emocionales como puede ser el malestar al estar irritable, sufrir de insomnio, cambios en su estado de ánimo, etc

Existen algunos factores que nos señalan que se puede estar sufriendo adicción a la tecnología. Un ejemplo es el hecho de privarse por ejemplo del sueño con el fin de estar conectado a internet. También el dejar de hacer algunas actividades con el fin de estar en contacto con la familia, pensar constantemente en lo que sucede en las redes sociales y no en la vida real, aislarse para estar conectado, tener bajo rendimiento en los estudios, entre otros.

Sin duda que la adicción a la tecnología es algo a lo que hay que prestarle mucha atención con el fin de conseguir que no sea algo más que afecte al joven ni a una persona que sufra de TLP.