¡Hola!

Me llamo Dolors y tengo la friolera de 54 años. Soy una TLP.

Quería compartir con vosotros que he pasado todas las etapas: ¡lesiones, dolor, caos, miedos, ira! Pero cuando le pusieron nombre a mi transtorno, se hizo la luz.

 

La soledad no es obligatoria, ni un castigo. Es una oportunidad.

Hacer lo que os apetezca, ayudar a las personas, eso se nos da bien.

 

Cuando dejamos de ser el ombligo del mundo, tenemos una infinidad de posibilidades.

No estar estigmatizadas por lo que tenemos y sí valoradas por lo que somos. Es genial.

No somos únicas. No somos iguales que la mayoría y eso nos hace sentir que realmente tenemos una cualidad y eso no tiene precio.

Somos diferentes y somos geniales.

Porque somos seres especiales, sólo lo hemos de aceptar y eso te libera.

 

Aceptación.

Nadie nos preguntó como queríamos ser, pero somos nosotras. Seamos optimistas. Pensar que sólo hay poquitas personas como nosotros, así que sacad lo mejor.

Siempre debemos de luchar porque es lo que toca y lo podemos aceptar como algo bueno.

Pero hemos de aprender a gestionar nuestras emociones y eso es complicado.

El resultado es que vivo con mi perrita mafi en Altalfulla, Cerca del mar y paseo con ella por la playa. No dependo de nadie y lo más importante. ¡Soy feliz!

Bajo a Barcelona una vez a la semana y veo a mi hija a la que adoro, “Soy mami”. Visito a mi hermana y disfruto de su compañía; pero siempre vuelvo a mi casa. Cojo el tren y vuelvo. No dependo de nadie y eso es lo que me hace sentir libre.

Tengo 54 años, experiencia y he pasado por casi todo …..

¡Así que luchar hasta el infinito y más allá!