Según propias palabras de pacientes que sufren de trastorno de límite de la personalidad, tener este tipo de síndrome parece estar despojado completamente de la piel emocional, haciendo que un comentario o situación cotidiana puede hacernos explotar y llevarnos a una intensidad máxima inexplicable.

 

Seguramente a las personas que sufren de trastorno de límite de la personalidad se las catalogue como reactivas, sensibles, caóticas y dramáticas. Esto es debido al conjunto de emociones y situaciones que aparecen en sus vidas que no pueden controlar y que hacen que explote toda esa parte irracional/emocional de su interior no permitiendo tener el control de sus emociones.

Si por ejemplo, un acto cotidiano como es el hecho de ser rechazado en un trabajo por múltiples factores, a una persona normal le puede llegar a afectar en su autoestima, a quien sufre de trastorno de límite de la personalidad le hará sentir que hay un rechazo completo del mundo hacia ellos y que no son lo suficientemente buenos para ninguna tarea.

Y es allí en donde aparecen los cambios de humor de un momento a otro, pasar de la tristeza a la alegría, del llano a la risa en un segundo sin tener un motivo concreto.

Por eso, si sufres de trastorno de límite de la personalidad, cuando aún no se ha llegado a un diagnóstico claro y preciso, sabes que eres una persona impredecible y que por lo tanto no vas a experimentar los mismos sentimientos que otra persona en una situación similar.

A raíz de ello será entonces que aparecen todos los inconvenientes, las paranoias y el creer que son personas incomprensibles en el mundo.

Hasta que el tratamiento aplicado no sea efectivo y se tenga las herramientas para sobrellevar cada crisis los sentimientos aflorarán y la incomprensión se hará presente.