Seguimos viendo parte de las nuevas adicciones en los adolescentes a consecuencia del cambio de generación y de acción en todos ellos.

 

Adicción a Internet

Está claro que se posiciona realmente como el gran acto en donde la tecnología es la protagonista. En un principio aporta gran cantidad de beneficios generales, mientras que cuando se convierte en algo desmedido podría afectar enormemente la conducta y las relaciones de la persona.  Existen muchos adolescentes que realmente se obsesionan con internet y no pueden controlar en ningún momento su uso. El hecho de no estar conectados, de que su móvil no tenga batería o de quedarse sin internet en el hogar puede llegar a ocasionarles ansiedad y un sinfín de reacciones.

Pero para que podamos hablar realmente de adicción tienen que suceder dos cosas fundamentales:

  • -Pérdida de control
  • -Dependencia

Poder detectarlo en este aspecto resulta sencillo porque en primera instancia parecería que la conexión a internet es una herramienta útil, en la cual se utiliza para llegar a esa información pero cuando poco a poco se transforma en algo dependiente, entonces estamos hablando de una adicción.

Es ahí en donde las cuestiones familiares, las relaciones con los pares y las actividades que se realizan fuera del hogar y sin conexión a internet se transforman en algo fundamental. Un adolescente que tiene actividades con su familia, que comparte la cena sin internet, que hace deporte o que se relaciona los fines de semana saliendo con sus amigos, probablemente no sufra de adicción a internet, o al menos lo tendrá más controlado. Cuando un adolescente se nota más antisocial y prefiere estar en su hogar conectado a ese “mundo paralelo” entonces la adicción se hace mucho más presente y notable.

Resulta responsabilidad de los adultos detectar estas cuestiones con el fin de llegar al fondo y lograr así un tratamiento lo antes posible para que esto no afecte más al joven.