TIEMPO REQUERIDO
5 minutos. Si bien puede ser difícil hacer esta práctica cada vez que te enfrentas a una situación estresante, un objetivo inicial podría ser probarlo al menos una vez por semana.
¿CÓMO HACERLO?
1. Piensa en una situación en tu vida que es difícil y te está causando estrés.
2. Piensa en la situación y trata de sentir el estrés y las molestias en tu cuerpo.
3. Ahora dite a ti mismo: «Este es un momento de sufrimiento». Este reconocimiento es una forma de atención plena: simplemente notar lo que está sucediendo emocionalmente en el momento presente, sin juzgar esa experiencia como buena o mala. También puedes decirte a ti mismo: «Esto duele», o «Esto es estrés». Usa cualquier frase que te resulte más natural.
4. A continuación, dite a ti mismo: «El sufrimiento es una parte de la vida». Este es un reconocimiento de su común humanidad con los demás, que todas las personas tienen experiencias difíciles y estas experiencias te conectan con el resto de la humanidad en lugar de juzgarte como anormal o deficiente. Otras opciones para esta declaración son «Otras personas se sienten de esta manera», «No estoy solo» o «Todos luchamos en nuestras vidas».
5. Ahora, pon tus manos sobre tu corazón, sienta el calor y el toque suave en su pecho, y di «Puedo ser bueno conmigo mismo.» Ésta es una manera de expresar la bondad propia. También puede considerar si hay otra frase más personal para esa situación concreta. Algunos ejemplos: «¿Puedo darme la compasión que necesito?», «Puedo aceptarme como soy», «Puedo aprender a aceptarme como soy», «Puedo perdonarme», «Puedo ser fuerte, » y » Puedo ser paciente. «
Esta práctica se puede utilizar en cualquier momento del día o de la noche. Si lo practicas en momentos de relativa calma, te será más fácil experimentar las tres partes de la compasión de ti mismo: atención plena, humanidad común y bondad propia cuando más las necesites.
¿POR QUÉ INTENTARLO?
Las situaciones difíciles se vuelven aún más difíciles cuando nos machacamos al pensar en ellas, interpretándolas como una señal de que somos menos capaces o dignos de nosotros mismos o de otras personas. De hecho, a menudo nos juzgamos más duramente de lo que juzgamos a los demás, especialmente cuando cometemos un error o nos sentimos estresados. Eso nos hace sentir aislados, infelices y aún más estresados; incluso puede hacernos intentar sentirnos mejor acerca de nosotros mismos denigrando a otras personas.
En lugar de una autocrítica dura, una respuesta más saludable es tratarte con compasión y comprensión. Según la psicóloga Kristin Neff, esta «auto compasión» tiene tres componentes principales: la atención plena, un sentimiento de humanidad común y la bondad propia. Este ejercicio te guía a través de los tres componentes cuando estás pasando por una experiencia estresante. La investigación sugiere que las personas que se tratan con compasión en lugar de críticas en tiempos difíciles experimentan una mayor salud física y mental.
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