Todos en nuestra vida tenemos momentos de inseguridad y momentos en los que preferiríamos quedarnos durmiendo en nuestra casa antes de enfrentar los problemas que nos depara la vida exterior. Las situaciones incomodas nos acompañan a todo ser humano a lo largo de su vida, sin embargo aquellas personas que padecen trastorno de límite de la personalidad sufren extremadamente la timidez y la baja autoestima. 

 

Dentro de los signos primarios sobre el trastorno de límite de la personalidad nos encontramos con:

  1. Niveles altos de ansiedad: controlar la ansiedad no es un trabajo fácil, la misma produce que se eviten las jornadas laborales y escolares. El temor al rechazo y a la humillación hace que la persona evite los lugares que promueven el encuentro con demás compañeros. Esta situación se intensifica mucho más los días que la víctima tiene que dar conferencias o presentar trabajos públicamente. En las jornadas laborales los adultos sufren numerosos ataques de ansiedad al momento de tener que hablar con un superior o enfrentarse a un compañero de trabajo. Es normal que una persona sienta nervios en estos momentos, sin embargo, la ansiedad es una rápida forma de detectar uno de los signos primarios sobre el  trastorno de límite de la personalidad ya que no solamente se sentirá insoportable sino que declarará imposible algunas circunstancias de la vida. Queda claro que el miedo no significa que no sea el mejor trabajador dentro de la compañía, las competencias académicas y profesionales se mantienen al margen de este tipo de signo.
  2. Problemas en las relaciones íntimas: intimidar con una persona no es fácil para nadie, sin embargo para las personas con baja autoestima y el medio al rechazo de aquellos que desean es uno de los signos primarios sobre el trastorno de límite de la personalidad a tener en cuenta. Dejarse llevar y confiar en el otro es un trabajo muy duro y casi imposible de llevar adelante pues en la mayoría de los casos si no se busca ayuda a tiempo nunca llegarían a estar seguros de sus relaciones íntimas. Esto provoca celos y estado de nerviosismo agudo ya que nunca terminan de relajarse y bajar la guardia por completo. No se trata solamente de una pareja sino también de amistades muy cercanas como los mejores amigos o los padres. Aquí se recomienda luchar para aceptar el hecho de que pueden ser ellos mismos con la otra persona y ser amados en vez de juzgado o rechazado.