Una de las cosas que causa el uso excesivo de las redes sociales es ansiedad, una de las grandes enfermedades de este siglo. Pareciera que en algún punto, las personas buscan de alguna forma satisfacerse a través de las exigencias sociales y aparentar delante de sus amigos y de personas externas. Por ese motivo es que la llamada generación Z, los menores de 18 años y que vienen después de los millennials, tienen esta enfermedad latente, pues son nómadas digitales.

Un gran porcentaje de los adolescentes hoy en día tiene un ordenador en su habitación y acceso constante a los medios digitales sin el consentimiento o supervisión de sus padres quienes no saben realmente el contenido que se está manejando en todos los aspectos y que podría ponerlos en riesgo.

Por ese motivo, es que hay que ver cómo proteger a los adolescentes de las redes sociales. No significa que sean malas, sino que hay que tener mucho cuidado con cómo se usan y con qué frecuencia se hace. Veamos algunas cuestiones que se podrían adaptar para tener todo más controlado:

Privacidad

Las redes sociales manejan un gran número de información privada como lo es el teléfono, nombre de la persona, sitio al que concurre a estudiar, familia, dirección y mucho más. Generalmente, no consideramos que esto sea algo peligroso pero el hecho es que cualquier desconocido puede tener acceso a dicha información lo que podría dar cabida a alguna acción inesperada. Por ejemplo, Instagram tiene controles de privacidad mientras que  Twitter parece ser un espacio en donde la información fluye sin necesidad de exponerse tanto.

Autoestima

Muchos de estos chicos de la generación Z siguen sufriendo algunas cuestiones básicas como el bullying o el  body shaming. Es una etapa muy común para todos en donde buscamos aprobación del entorno en sí, por eso es que el hecho de estar navegando tanto en las redes sociales se puede convertir en algo peligroso porque de alguna forma, nos muestra una imagen diferente a la realidad.

Limitar el tiempo

El hecho de que los padres quieran proteger a los adolescentes de las redes sociales los lleva al hecho de tener que poner un límite de tiempo en estas actividades para que no afecte más de lo que debería.

No es nada fácil, pero en los casos en que se convierte en algo grave, lo mejor será buscar ayuda de profesionales para tratar el tema juntos.