G.B refleja en este escrito como una crisis tiene una parte individual, vivencial, experiencial y otra parte relacional, donde la actitud de acompañamiento sereno puede ser de gran alivio. Muchas gracias G.

Cuando sientes tantísima ansiedad que parece que te vas a romper. Como si fueses una goma elástica a punto de saltar en trozos. Como una olla a presión a punto de explotar, pero no sabes cuándo, cómo ni con quién. Cuando tienes tics constantes y no aguantas sentada, ni tumbada, ni quieta. Cuando ya no sabes qué hacer para volver a sentir paz. Cuando los ejercicios de respiración no son suficientes. Cuando evitas a los demás para no estallar con ellos y eso solo empeora tu estado porque te recuerda que eres diferente y esa diferencia no es bienvenida en tu entorno. Cuando te gustaría que los que te rodean conociesen bien tu trastorno y entendiesen tu malestar y te tratasen de manera cariñosa y comprensiva en esos momentos tan difíciles. Cuando además de intentar controlar toda esa ansiedad tienes que aparentar normalidad para no complicarlo todo aún más, para no dar explicaciones en un momento en el que lo que necesitas es calma y sensación de normalidad. Cuando más consciente eres de que vives en un mundo deshumanizado y competitivo. Cuando esa tortura dura días, con todos sus minutos y segundos.

Todo eso y más es lo que se siente, lo que se piensa durante una crisis cuando padeces un Trastorno límite de la personalidad.

Si quieres ayudar, normaliza. No te tomes las respuestas bruscas o los nervios de quien lo padece como algo personal. No lo es. Ofrece cariño sin sobreproteger. Ofrece un masaje, caricias, ofrecete a escuchar. No paralices tu vida durante toda la crisis pero sí que puedes dar mensajes de apoyo. De reconocimiento. Pregunta cómo puedes ayudar y estate preparado para que no te den una respuesta clara. No te pongas nervioso o nerviosa. Mantén la calma, la calma puede ser contagiosa. Ocúpate de las cosas prácticas y necesarias, como preparar la comida. No estás sentando un precedente ni quiere decir que se estén aprovechando de ti. Estás con una persona enferma que necesita tu ayuda en ese momento concreto. Como cuando le preparas sopa a alguien con gripe. Se pasará, siempre pasa.

 

Por G.B.