Si conoces a alguien que esté sufriendo de TLP o eres tú mismo el que sufre sabrás perfectamente la gran cantidad de consecuencias que tiene en la personalidad de una persona como por ejemplo el hecho de tener inestabilidad emocional, conflictos en las relaciones, ira, rabia, etc.

 

 

A pesar de que con el paso del tiempo cada día son más las personas que profundizan y conocen sobre todas las consecuencias de TLP, todavía se hace muy difícil para algunas personas aceptar todo lo que conlleva esta enfermedad.

Lo ideal es encontrar lo antes posible un tratamiento junto con un profesional cualificado que nos pueda ayudar con ello y hacer de esta forma que sea mucho más fácil el llevar adelante el Trastorno de Límite de la Personalidad.

Pero llegar realmente a un diagnóstico no es algo sencillo. Muchas personas sienten que no pueden ir a un profesional dedicado a la salud mental ya que se los tratará de “locos” o los señalarán con el dedo y prefieren ir a un médico general, cuando no es allí en donde encontrarán la real solución a su problema.

Cuando una persona con TLP recibe un diagnóstico real, su vida va a cambiar por completo porque comprende el por qué de su situación, de sus actos y de cada cosa que le ha ido pasando a lo largo de su vida.

A partir de allí llega una etapa que muchas veces puede ser un poco compleja y es la búsqueda de ese tratamiento adecuado y perfecto para que se encuentre la medicación que haga efecto y le permita a la persona vivir una vida en armonía. Pero llegar a esa dosis y a esa medicación puede ser complejo y requiere que se pasen por situaciones poco agradables en algunos momentos.

Es importante en estos casos recibir el apoyo de la familia y el acompañamientos de amigos ya que la inestabilidad y los síntomas pueden ser más intensos hasta que realmente se logra dar con el punto exacto.

Informarse muy bien sobre todo y dar a conocer nuestro diagnóstico al resto de personas de nuestro entorno es clave para que no nos juzguen y nos acompañen en el proceso.

No puede haber una mejora en el paciente sin una consulta y un tratamiento indicado de TLP ya que es una enfermedad crónica con la que hay que convivir toda la vida.