El concepto de mindfulness se ha instalado en el mundo de la salud mental y de forma especial en personas con TLP/desregulación emocional severa. Hoy ya nadie cuestiona la importancia del estar y ser en el presente, es decir, de desarrollar una actitud mindful como un elemento de bienestar.

En el ámbito de la salud emocional desarrollar una actitud mindful significa estar atento a cuerpo y mente y escuchar sus necesidades sin dejarse arrastrar por ellas, aceptándolas tal como son en este momento. Se trata de recuperar esa “mirada del principiante” limpia de juicios, esa mirada amiga y compasiva que tuvimos en algún momento. Significa volver a ver lo esencial, qué siento, qué pienso, qué necesito. Ser conscientes de que mi proceso mental es un proceso mental, ni mi totalidad ni la realidad absoluta. Lo que pienso y lo que interpreto es un producto de mi biografía.

Practicar de forma regular mindfulness facilita el darse cuenta de los filtros que tanto la mente como el cuerpo ponen a la experiencia. Nos lleva a conectar con nuestra esencia, con la sabiduría innata (mente sabia) que todo ser humano posee pero que ha ido escondiendo bajo los miedos y deseos. Al entrenar la capacidad de observar y notar sin dejarse llevar por automatismos, se produce una rebaja de la impulsividad que proporciona un espacio de reflexión y de calma, por lo que permite tolerar, tomar decisiones antes de actuar y sentirse más conectado con el propio yo.

La práctica de la consciencia plena o mindfulness nos enseña a estar en contacto con nosotros mismos de forma más amable y compasiva, a no evitar sistemáticamente las emociones y el malestar. Esto es un aprendizaje imprescindible para las personas emocionalmente reactivas, impulsivas y que sufren. El ser humano solo puede vencer sus fantasmas afrontándolos con buena disposición y la mente abierta. Evitarlos o escapar de ellos supone un alivio temporal pero al final se sufre más. A través del mindfulness y la autocompasión, al permitirse sentir la emoción, paradójicamente se produce un cambio, se transforma la percepción del sufrimiento y aparece la sabiduría